Històries de sang - Valle Alcaide, donante de sangre

Valle Alcaide, donante de sangre

“Me armé de valor y fui a donar, pese a mi pánico por las agujas”

Donant de sang Valle Alcaide

Fui a donar sangre por primera vez hace pocos días. A mis 35 años. Me armé de valor y superé mi pánico a las agujas. Fue en el Centro cívico el Cèntric, d’El Prat del Llobregat.

Tomé la decisión un poco a causa de varias cosas; mi madre es donante universal y siempre ha donado sangre. De manera que en mi casa, es una cosa habitual. Lo que pasa es que tanto yo como mi hermano, solo con ver una aguja, nos mareamos. Él es mucho más aprensivo que yo. Y eso que  yo llevo tatuajes! pero ‘sarna con gusto no pica». Y es algo distinto.

Nos viene de familia, tenemos un tío que si ve una aguja, se desmaya 

Donant de sang Valle Alcaide
Lo cierto es que siempre que voy a que me hagan una analítica, le digo a la enfermera: ‘tú, háblame. no pares’. Para no escuchar el barboteo de la sangre y no marearme.

La verdad es que, de alguna manera, siento que todo lo que ha pasado con el COVID19, nos ha cambiado a todos. Soy educadora social en un centro, y a nivel asistencial, ha sido una situación crítica para todos. Nos ha creado mucha más conciencia social de lo que es estar enfermo y las necesidades de la gente que está enferma. Y por eso me animé. Me dije que era el momento. Tengo un colega donante a quién la pedí si me acompañaba. Y fuimos los dos.

De alguna manera, el COVID19 nos ha cambiado a todos

Me trataron súper bien, con mucha dulzura, la enfermera fue muy atenta. Ya le dije que lo del miedo a las agujas venía de fábrica. Tengo un tío que ve una aguja y se desmaya. Mi hermano se queda blanco y se marea. Y yo también me mareo. Pero no me hicieron gota de daño, y conseguí despistarme del barboteo de la sangre. No se oía nada.

Si tengo que decir alguna cosa es que fue una experiencia con mucha emoción. Cuando salí, me emocioné muchísimo por haber sido capaz. Y ahora que he recibido el mensaje de que mi sangre ha sido enviada a un hospital, me he vuelto a emocionar.

Se dona con el corazón, no con el brazo

Yo, a quienes tienen miedo a las agujas les diría que hay que quitarse el miedo y salir de la zona de confort. Hay que pensar en ayudar y dejar de mirarse el ombligo. Se dona con el corazón en verdad, no se dona con el brazo. Así que, hay que superarse!! Con mi amigo hemos quedado que iremos a donar juntos la próxima vez.