Estaba embarazada de dos mellizas, Lia y Liz. Un día me noté algo raro, me ingresaron en Andorra, donde vivimos, pero me trasladaron a la Fundación Puigverd, al lado del Hospital de Sant Pau. Era el 29 de abril y el hospital estaba ocupado por los enfermos de COVID19, En Andorra no tienen los equipos para tratar a los bebés prematuros extremos, de 30 semanas.
Resulta que yo había tenido una infección por un hongo que ya me había tratado, pero que me subió hasta el útero y me provocó las contracciones de parto antes de tiempo.
Nos trasladaron de Andorra a la Fundación Puigverd, al lado de Sant Pau, en pleno confinamiento
Estuvieron 3 días dándome medicación para bloquearme la infección, pero cuando pararon, las contracciones siguieron, dilaté y empezó el parto.
Liz i Lia nacieron con 30 semanas y 1,5 kg de peso. Al nacer tan pequeñitas necesitaron oxígeno y sonda para comer.. La verdad, en el primer momento, no eres consciente de todo lo que va a venir. A eso, le tuvimos que añadir que estábamos en medio del confinamiento por la pandemia y muy lejos de casa.
Era una locura, cada día ir y venir del hospital, lavarte y cambiarte mil veces, la ropa las manos, y con paranoia de pegársela a mi hija o a mi madre. Nos alojábamos en su casa. Fue una suerte porque podía estar con nuestra hija mayor, Lara, que ya tiene 7 años. Sino, no sé como lo hubiéramos hecho. No había hoteles donde ir, no había nada durante el confinamiento.
Era una locura, ir y venir del hospital, lavarte y cambiarte mil veces, con paranoia de pegársela a mi hija mayor
Yo tuve poca leche, quizás fue durante diez días, sudaba la gota gorda para sacarme. Y no lo podía creer porque con mi primera hija, había tenido muchísima leche y durante mucho tiempo, casi tres años. Y con las mellizas, por suerte apareció el Banco de Leche. Yo desconocía por completo de su existencia. Fue como un milagro durante los días de ingreso, porque si les tienen que dar leche en polvo, con tan pocas semanas hay más riesgo de infección.Yo tampoco lo sabía.
Si yo lo hubiera sabido, hace 7 años cuando nació mi primera hija; tenía mucha leche, me hubiera hecho donante. Me acuerdo que les decía a las chicas con las que compartíamos en el hospital, jolín, que suerte tener leche; sabéis que podéis donar?
Estem agraïts al Banc de Llet i a les infermeres i els metges, que han estat com àngels
Liz y Lia ahora están perfectamente. Estuvieron 62 días ingresadas. Gracias en buena parte a las madres donantes, mis hijas pudieron ir madurando. No nos dieron el alta hasta los 3,260 kg y 39 semanas hace pocos días .Y por fin hemos podido volver a casa, aunque tenemos que ir bajando al Hospital de Sant Pau para las revisiones..
volem insistir en que estem tan agraïts tant al Banc de Llet Materna, per la donació de llet, com a les infermeres i metges de Sant Pau que són increïbles persones!! Són Àngels!! I a les gincòlogues d’Andorra per la important decició de traslladar-me.
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