Històries de medul·la - Bibiana Fernández, trasplantada de médula ósea

Bibiana Fernández, trasplantada de médula ósea

“Tuve que tomar la decisión de interrumpir el embarazo en horas”

 

En junio de 2018, cuando estaba embarazada me empezaron unos dolores de cervicales y en la espalda, con febrícula. Yo estaba en activo, trabajando, y me fui a urgencias. Como estaba embarazada me hicieron una analítica y lo vieron todo descompensado. Me enviaron en ambulancia hacia el hospital Clínic y entonces fue cuando me asusté de verdad.

Me hicieron más pruebas. De noche, en mi casa, fue una noche de infierno, pensando lo peor. Y efectivamente, a la mañana siguiente me dijeron que era leucemia. Lo bueno era que era muy incipiente. Y lo malo es que yo estaba de 5 meses esperando un bebé.

La noche después de urgencias fue un infierno, pensando lo peor

Tuve que tomar una decisión muy rápidamente, casi en horas, porque me dijeron que no había tiempo para esperar 3 meses a empezar el tratamiento. Así que interrumpimos el embarazo en  cinco días.

Estuve un mes entero de tratamiento. La primera semana, 24 horas de quimio. Y acabé en la UCI porque después de un embarazo y un aborto, el cuerpo está como está. Me bajó muchísimo la tensión, y ahí es cuando más me la jugué. En la mitad del proceso inicial estuve 4 días en la UCI y salí del hospital con 10 kg menos. Luego vinieron 3 períodos más de quimio con ingresos de 3 meses. Mi tipo de leucemia no era la más agresiva. Así que de entrada no hacía falta el trasplante.

Cuando más me la jugué fue en la primera semana de tratamiento, mi cuerpo salía de un embarazo

A los 6 meses, acabé el tratamiento y parecía que la enfermedad estaba en remisión. Pero en la segunda revisión, cuando ya pensaba en incorporarme al trabajo de nuevo, vieron que la enfermedad iba a volver tarde o temprano. Y entonces me emplazaron al trasplante.

Fue un bajón fuerte. Un año después, otro verano en tratamiento, a esperar donante. Muchos lo decimos, la segunda vez cuesta más que la primera porque ahora ya sabes las dificultades y lo que hay.

Yo conseguí superar el trago con el apoyo de la familia y del equipo médico. Trabajando mucho la paciencia, ir de etapa en etapa. Un día que me ponían una bolsa de sangre, la enfermera me dijo: ‘tienes donante y es 100% compatible contigo, es un chico joven de 27 años’ . Y yo me dije: ‘Venga Bibi, a por todas!’.

Conseguí superarlo con el apoyo de la familia y del equipo médico

Había esperado un mes y medio, era a finales de junio del 2019.. Había empezado con la quimio y me quedaba otra vez un mes. Pero esta vez no era tan fuerte porque la enfermedad no estaba implantada. Además, yo estaba mucho más fuerte porque venía de un año de estar en casa, cuidándome, y  no de un embarazo.

La verdad es que tuve suerte, pasé todo el tratamiento con el Covid en los talones. Gracias a Dios que pude recibir mis visitas. Hice el trasplante y congenié muy bien con el equipo médico. Y como vivo al lado del Clínic, me propusieron para el programa piloto para hacer la convalecencia del trasplante en casa.

Opté por hacer el mes de ‘burbuja’ post-trasplante en casa, fue un ‘regalazo’

Me dijeron que era una paciente ‘predispuesta’ y muy responsable y que estaba respaldada por mi familia, mi hermana, mi marido y mi madre. Fuimos un equipo. Y además, si pasaba algo, estaba al lado del hospital. Así que me dijeron ‘confía que todo va a ir bien’.

Opté por hacer el trasplante en casa, el mes al que llaman la ‘burbuja’, y fue un regalazo. Estuve cinco días en el hospital y luego en casa, para el post-trasplante. Venía cada día la enfermera del Clínic. Si hacía falta, me ponía les plaquetas. Fui mi propia enfermera junto con mi familia.

Tenía que escribir un diario con todo lo que hacía, las pastillas que me tomaba, como si estuviera en el hospital. Fue un RETO en toda regla. Yo estaba muy alerta de no olvidarme de nada. Me pasaron cosas, claro, los vómitos y sobre todo, la mucositis severa, que bien conocen los que han sido trasplantados porqué se pasa muy mal. Los tres primeros meses fui con mucho cuidado. Salía a caminar 20 minutos primero y, luego, fue cogiendo fuerza y confianza.

Y cuando ya podía irme hacia Montjuïc, va y llega el Covid y nos confinan. Así que me puse a hacer yoga y pilates y todo lo que pude. Puedo decir que mis complicaciones no han sido tan severas como en algunos casos.

Ahora estoy por pasar los controles de los 2 años del trasplante. Ya pasé el tribunal médico y espero que me den el alta. Y afronto ahora la nueva etapa con nuevas ilusiones.