Tengo 54 años y me han hecho dos trasplantes de hígado, en febrero y en julio de 2013. En el primero tuve un rechazo y por eso tuvieron que volver a intervenir. Ahora estoy bien pero siguiendo los controles de rigor, de manera bastante frecuente. Estoy inmensamente agradecido a los donantes de sangre.
Yo sé que el donante de hígado es muy importante, y sin él no estaría aquí, pero sin la sangre que necesité durante el trasplante, tampoco hubiera sobrevivido. Tuve complicaciones durante la operación y me pusieron muchísima sangre. Pasar por una cosa así te sirve para valorar mucho más la vida y para estar eternamente agradecido a los donantes.
“A mi donante, una mujer americana con 4 hijos, me gustaría escribirle”
Míriam De Tena, trasplantada de médula osea“Amb les gammaglobulines, la meva germana i jo podem fer vida normal”
Roser Tachó, rep plasma des dels 9 anys“Lo primero que hicimos a la que podimos salir fue ir a donar sangre”
Lemis y Alberto, comparten la donación de sangre desde la primera cita